Durante las
últimas 2 semanas, en la asignatura de Bases Didácticas hemos estado trabajando
la evaluación. Cuando empezamos con esta asignatura hemos ido viendo diferentes
puntos sobre la educación como cuáles deben ser las finalidades de la escuela,
el modelo hacia el que debe dirigirse la nueva educación, el papel del maestro,
el tipo de aprendizaje que hay que transmitir, etc. Hemos llegado hasta este
nuevo apartado, la evaluación, que se trata del punto crítico final en el
proceso de enseñanza-aprendizaje.
Para las
clases en las que tratábamos la evaluación, nos hemos apoyado en una serie de
vídeos en la que profesionales de la materia nos daban sus ideas y propuestas
en relación a este tema. Se tratan de Neus Sanmartí, José Luís Castillo i JordiAdell Segura. Además, y como siempre, apoyamos lo dado en clase con un nuevo
capítulo del libro de Zabala 11 ideas
clave. Cómo aprender y enseñar competencias.
Como
hemos ido viendo a lo largo de nuestras entradas, el sistema educativo tiene
que evolucionar y establecer un sistema que trabaje por competencias y
que el aprendizaje sea significativo. No obstante, por mucho que
cambiemos y mejoremos la metodología no servirá de nada si al final no
cambiamos la evaluación. Esto nos lleva a contradicción, pues intentamos
evolucionar a un sistema que desarrolle una serie de actitudes, habilidades,… y
que el conocimiento que obtenga pueda utilizarlo en situaciones reales. Por
ello, si al final del proceso hacemos un evaluación, que supone un examen, todo
el proceso pasará a un escalón inferior ya que el objetivo final y más
importante será superar ese examen.
En
relación a la evaluación, durante estos días hemos estado viendo los tipos que
existen, que son los siguientes:
Artefacto propio
Para que la
evaluación sea completa tiene que estar dentro del proceso de
enseñanza-aprendizaje de forma CONTINUA.
Profesionales
de la materia ya muestran la gran importancia que tiene la evaluación dentro de
nuestro sistema. Por ejemplo encontramos como Neus Sanmartí, en la conferencia
que dio en Ibiza, nos muestra la importancia de la evaluación dentro del aula. Para
ella, evaluar es “un proceso que
conlleva, por un lado, recoger información con instrumentos o no (ver las
caras, pasar por las mesas,…), trabajar esta información y tomar decisiones
según la información obtenida; y, por otro lado, ver cómo podemos cambiar esta
evaluación”.
Siguiendo con
Neus Sanmartí, podemos observar la gran importancia que le da a la
autoevaluación de los alumnos, puesto que nuestro objetivo es que éstos
obtengan unas competencias. Pero hay que ser realista, esto solo se consigue
con un trabajo constante a lo largo de los años y necesario de cooperación
entre los maestros.
Para
finalizar con esta profesional, destacar las condiciones que nos muestra a la
hora de proponer actividades a los alumnos:
1) Tener
claros los objetivos del aprendizaje.
2) Planificar
la actividad.
3) Tener
claro los criterios de evaluación.
Otro profesional
que coincide con la importancia de la evaluación es José Luís Castillo, aunque
éste es más práctico que teórico. Este profesor nos muestra los elementos que
forman la evaluación que él defiende:
- Autoevaluación: Evaluación diaria a través de formularios.
- Evaluación individual: Prueba en que, mediante preguntas competenciales, se pretende conocer lo que realmente sabe el alumno y mostrarle cómo puede mejorar.
- Evaluación en conjunto: Formado a su vez por 2 grupos:
o Evaluación de un colectivo: Un grupo de alumnos observa como el resto hacen una evaluación individual para darles una nota y consejos tras haber observado como han trabajado y respondido.
Este autor defiende
una renovación, actualización e innovación de la escuela y currículum que me
parece muy interesante. Con su pregunta “¿Cómo
será el ciclo del agua en el año 2030?” me hizo ver sus peticiones de
manera clara: que los alumnos obtengan unos conocimientos que se relacionen con
su futuro.
Otro
profesional que trata el tema de la evaluación, desde las tecnologías, es Jordi
Adell Segura. En la entrevista que vimos nos da la aplicación de las
tecnologías y el uso del e-portafolio en relación con la evaluación. Esta
herramienta puede tener muy buenos usos dentro de la educación, como
herramienta para el aprendizaje (documentación diaria de los conocimientos),
evaluar ese trabajo y para demostrar lo que ha creado. Una vez finalizado, se
puede hacer una reflexión sobre todo lo trabajado, provocando aprendizaje. Además,
es una herramienta que permite aprender los unos de los otros, incluso permite
la colaboración de otras personas.
Este
profesional nos da uno de los principales objetivos de los profesores respecto
a la educación y las tecnologías: “hemos
de enseñar a los alumnos a aprender con las herramientas tecnológicas”.
Por lo que
respecta a mi experiencia, toda mi educación se ha basado en recibir unos
conocimientos para al final afrontar numerosas pruebas o exámenes, los cuales
determinaban, mediante una escala (del 0 al 10; donde el 10 era lo máximo, 0 lo
mínimo y 5 lo justo), si estaba aprobado o no.
Artefacto propio
Gracias a las
clases que hemos gastado viendo este tema he podido aprender más sobre este
tema, he recordado algunos tipos de evaluación y he conocido otros que no, como
por ejemplo el informe PIS (de carácter externo). Me ha parecido estupendo
haber conocido las ideas y opiniones de 3 profesionales de la materia también.
No obstante, ante un cambio tan profundo aún no me hago a la idea de cómo sería
el sistema con este cambio la verdad. Tendré que buscar ejemplos prácticos que
se hayan llevado a cabo para poder informarme y coger una idea más clara y
práctica.